sábado, 21 de julio de 2018

La respuesta racional ha de hacerse al cien por cien absoluto a todas las personas; porque, si no, sería el que tú te situaras de antemano en la parte que ya de antemano tiene la razón por uno u otro motivo (corporativismo, haber decidido una formación -pero siendo tú intolerante con la que decide otro en una decisión que necesariamente él vea libre y digna, no tú- o una situación de privilegio que creas, lo que es contrario a la razón). 
Sí, es como creerte (instalando ahí una barrera a la razón) que un paria solo debe responder a parias, un médico a médicos, un biólogo a biólogos, un político a políticos y un educado rico a educados ricos; es como creerte el tener la razón sin racionalizar primero (sin cumplir el proceso racional). Eso es, una concesión social (el ser científico, por ejemplo) no tiene absolutamente nada que ver con la razón, con la formación ni con la verdad a la cual solo le sirve el probar o el buscar irrebatibles razones (que sí requieren de verdad esfuerzos, lo demás nunca).
La respuesta de razón (de pro-razón) o la respuesta de vida (de pro-vida) o de honestidad (pro-honestidad) o de religión-sentido de vida es universal (de pro-tu dios), irrenunciable, ineludible y obligatoria (por sostener ética) en cualquier situación y ante cualquier persona (violenta, no violenta, nos guste, no nos guste, falsa o lista, etc). Sí, porque la razón es condicional por ser (tener tal condición propia o natural en todo momento) como lo es la misma condición por natura, es irrenunciable y, además, no puede ser capacidad de marginación. Es decir, tal condicionalidad debe cumplir: que tal razón se la demuestras a todos o, en verdad, no es razón. Así es. 
La razón (o todo lo limpio que no esté al baile de intereses de poderes sociales) no necesita que la salvemos, ni siquiera con antropocentrismo de academias, ni de dictados de época, ni de ciencia siempre en objetivo error, sino que no la jodamos más con tantos tronos-privilegios-superioridades "cagando" hacia ella. 
José Repiso Moyano