Un
ser vivo está basado en aprendizaje o en CONOCIMIENTO; y una sociedad está basada en conocimiento PARA CONVIVIR.
Conforme
a eso, no se puede eludir el verdadero
conocimiento -el que asume totalmente las reglas
racionales- porque, como resultado, tal convivir sea un convivir chapuza
y no funcione.
No, para que funcione la honradez y no la corrupción, no se puede hacer con pareceres caprichosos o con reglas
parcialmente inventadas de conveniencia -y por igual ocurre con todos los
valores-.
Por
ello, los protagonistas de la sociedad no pueden proteger a los conocimientos chapuzas para –en un destruir- fomentarlos mientras que, el que de
verdad se esfuerza, es desprotegido -algo que, sí, dejaría sin efecto o como
inexistente cualquier dignidad-.